Oliver Merlob: De la cirugía a corazón abierto a surfear las olas una vez más

Apenas momentos después del nacimiento de Oliver Merlob, estudiante de noveno grado de Calabasas, lo llevaron de urgencia para una cirugía a corazón abierto por un defecto cardíaco congénito. Sus padres no imaginaban que sería el comienzo de una relación para toda la vida.

La relación forjada al nacer entre la familia Merlob y el Dr. Evan Zahn, destacado experto en cardiopatías congénitas y director del Programa de Cardiopatías Congénitas de la Familia Guerin en el Instituto Cardíaco Smidt de Cedars-Sinai, ha sido fundamental en la trayectoria de Oliver a lo largo de su vida. Esto fue especialmente cierto hace unos meses, cuando se sometió a su segunda —y posiblemente última— cirugía a corazón abierto en Cedars-Sinai.

Hoy, Oliver ha vuelto a surfear las olas en Malibú, a asistir a clases virtuales, a completar sus tareas y, de alguna manera, a encontrar tiempo para jugar una ronda regular de tenis.

“Ver a Oliver crecer y prosperar ha sido uno de los momentos más destacados de mi carrera”, dijo Zahn. “Cuidar de pacientes como Oliver y su familia, desde el momento del diagnóstico en el útero hasta toda su vida adulta, es realmente increíble. Es un gran honor”.

A diferencia de los hospitales infantiles y otros programas de enfermedades cardíacas congénitas que sólo atienden a pacientes durante la adolescencia, el Programa de Enfermedades Cardíacas Congénitas de la Familia Guerin trata a los pacientes desde el nacimiento, durante la adolescencia y durante toda su vida adulta.

“Nuestros pacientes reciben atención durante toda su vida, a cargo de un equipo multidisciplinario único que los conoce de toda la vida”, afirmó Zahn. “Se crea un vínculo muy especial entre el paciente, su familia y su equipo de atención”.

Este modelo único, que permite a los equipos médicos construir relaciones profundas y significativas con sus pacientes, a menudo brinda consuelo a aquellos que se someten a diagnósticos y procedimientos complejos y a menudo difíciles.

“Nunca siento miedo ni nervios, porque siempre cuento con la guía del Dr. Zahn”, dijo Merlob. “Siempre ha estado ahí para mí”.

Desde su cirugía inicial a corazón abierto, Merlob se ha sometido a innumerables procedimientos, pruebas y exámenes para tratar su atresia pulmonar, un defecto congénito que ocurre cuando el corazón no se forma como debería en el útero.

La afección afecta específicamente la abertura de la válvula pulmonar, que conecta el ventrículo derecho con la arteria pulmonar principal, la cual transporta sangre a los pulmones. Con la atresia pulmonar, la sangre no puede fluir a los pulmones.

“Oliver tiene una personalidad radiante”, dijo el Dr. Richard Kim, director de cirugía cardíaca congénita en Cedars-Sinai, quien realizó la cirugía más reciente de Merlob. “Al conocerlo, uno nunca imaginaría todo lo que ha pasado médicamente. Se centra en lo bueno y hace que cada experiencia, incluso la cirugía a corazón abierto, sea positiva”.

El último procedimiento de Merlob fue “especialmente complejo”, según Kim.

“Estos cateterismos mantuvieron a Oliver sano y salvo durante 15 años, pero con el tiempo, pueden causar cicatrices y calcificación alrededor del corazón y los vasos sanguíneos principales”, dijo Kim. “Dado que las arterias principales de sus piernas no podían utilizarse en su caso, la cirugía para reemplazar la válvula de forma segura sin lesionar el corazón requirió el uso de la máquina de circulación extracorpórea y técnicas derivadas de operaciones en recién nacidos y niños”.

Fue un desafío, dijo Kim, pero no algo poco común.

“Este tipo de cirugía compleja y de alto riesgo es donde destacamos”, dijo Kim. “Realizamos cirugías como estas con mucha frecuencia y estamos capacitados para manejar todas las particularidades que conllevan”.

Los pacientes tratados en el programa reciben el tratamiento más sofisticado disponible, incluidos avances en técnicas no quirúrgicas como aquellas de las que Merlob se ha beneficiado anteriormente.

“Conocer y cuidar a pacientes desde la infancia hasta la edad adulta es un verdadero privilegio”, dijo Kim. “Y Oliver es sin duda uno de esos casos especiales y hermosos que hacen que nuestro trabajo sea tan gratificante”.